Cuando algún malintencionado inventó aquél supuestamente despectivo mote de portugueses no sabía que nos estaba dando un estandarte. Y es que estas cosas pasan mucho. A un grupo dividido o ni siquiera, basta con que sea caótico, le das un estímulo externo que trate de ofender y se convierte en catalizador de lo contrario. Y así se unen voluntades y se unen en la misma dirección y sentido hasta intereses contrapuestos. Pues Torrelavega adquirió hace muchos años ese sobrenombre llegado del fácil y xenófobo insulto para hacerlo nuestro. Y desde el portuguesismo respondemos como mejor sabemos, unidos y en bloque. Todos los grupos municipales se unieron cuando entendieron que ellos no iban a dejar que se estropeará algo que era bueno para su Gimnástica y que devenía de un esfuerzo personal serio de la directiva, porque en el Consistorio están las personas que representan a Torrelavega y la Gimnástica es Torrelavega y en lo referente a lo propio, ni tocarlo. Bien hecho, como bien hechas han sido las gestiones de nuestra Alcaldesa o la de nuestro Consejero, que siempre están ahí por su ciudad, envueltos en la bandera portuguesa. ¿Por qué no se pondrán de acuerdo más a menudo? Sería buenísimo. Recuerdo ahora al bueno de Pity cuando hablaba de los portugueses y el valor que daba a ese emblema de la reivindicación y el orgullo. Ahora ha tocado la Gimnástica y a fe que podría servir de ejemplo para más proyectos que tenemos pendientes. Y es que el progreso de Torrelavega va ligado al grado de unidad que tengamos entre los torrelaveguenses. La historia nos ha dejado muestras palpables de cómo nos hemos unido personas de diferente ideología en asuntos propios de nuestra ciudad. La Gimnástica es un ejemplo claro y secular, pero podríamos hablar también del Barreda y el Trope, de las Corales, la Peñas Bolísticas, las Asociaciones Culturales y Vecinales y un sinfín de ejemplos. Construir y admitir que hay otros que tienen mejores ideas que uno mismo es difícil cuando se es cacique o no se es listo, pero cuando se tienen miras amplias y sentido de lo social no entraña ningún problema. Y esa es la tesitura a la que debemos agarrarnos: la de aportar ideas al común, la de inventar y crear, la de trabajar por Torrelavega sin mirarse al ombligo. El deporte debe ser un aglutinante y el espíritu deportivo debe impregnar la vida social y será bueno, sin duda. Y como muestra sólo recordar cómo el deporte ha estado incluso al lado de las reivindicaciones laborales habidas en esta ciudad siempre. Este fin de semana vienen varios acontecimientos deportivos de esos que suscitan interés social, de esos que ocurren pocas veces, pero de esos que convocan a los portugueses y nos hacen sentirnos uno. Sin duda el más relevante es el partido de las chicas del Club Voleibol Torrelavega Cantabria Infinita frente al Barça que nos puede volver a subir a lo más alto del voley nacional, donde ya estuvimos y fueron campeonas. “La Habana Vieja” debería ser un templo del portuguesismo, debería revosar y que hubiera gente que se quedara fuera o que se les metiera hasta en el parquet, pero que vuelva a unirnos a los que nos gusta el voley y a los que no y que Blanca diga al club que no se van a quedar solos, que el Ayuntamiento va a estar ahí, por supuesto y el Consejero también, claro que sí. Detrás está una de las mejores canteras de cualquier deporte en este país; detrás vuelve a estar Torrelavega y el esfuerzo de muchos, la vida de muchos, la constatación de que existimos. El propio club ha decidido hacer un sincero homenaje hacia todos los que, según el propio comunicado del club, de una forma u otra, han hecho posible llegar a este punto y ofrecer lo mejor de su juego para dedicarles su cariño ante su apoyo. Patrocinadores, autoridades, aficionados, prensa, radio, televisión, escuelas municipales, clubes y aficionados de Fútbol, Balonmano, Baloncesto, y de todos los deportes de la ciudad, etc. deben de ser los protagonistas de un final de temporada sensacional y que puedan disfrutar de un apasionante encuentro.
¿Está claro?
Los otros dos acontecimientos deportivos del fin de semana son otro partido del Grupo Pinta, otro ejemplo de cómo se deben hacer las cosas, que podría sellar su permanencia en la categoría de plata del balonmano nacional y que se juega este jueves para abrir boca y, como colofón, un derby, porque eso sí es un derby y no los inventos que hacen los inventores y será el sábado a las cinco en Solvay. El Barreda, con casi 100 años a cuestas y el Trope, con sus ya 25 cumplidos, se juegan cada uno su vida en un partido de Tercera División Nacional. No sé cuántas ciudades pueden presumir de un equipo de 103 años en Segunda B, y otros dos en Tercera, con las edades ya mencionadas. El Ayuntamiento y en representación de todos, sus portavoces, Pedro Aguirre (PSOE), Ildefonso Calderón (PP), Pedro García Carmona (PRC) y Esther García (ACPT) lo han dejado claro el otro día: Torrelavega vive.
Somos una ciudad grande con unos compromisos grandes. Felicidades a todos.